Para ello me valgo de una técnica argentina consistente en aturullarles el cerebro con inacabables milongas y argumentos improvisados en un exquisito castellano (para algo habría de servirme haber estudiado Letras, cagoenlahostia), mientras voy llenando la bolsa. Los pobres, por librarse del tormento terminan diciéndome sí, tuyo es, pero calla, por dios santísimo, y llevatelo.
En una reciente incursión mangué, entre otras maravillas que yacían allí olvidadas, esto:
Y he aquí el problema y donde se descubre mi indigencia en materia electrotécnica.
Este pequeño ingenio, ¿es acaso una magneto? ¿ de qué otra máquina podría haber formado parte? Y si es una magneto, ¿por qué la armadura que envuelve a la bobina no es capaz de atraer ni a un pequeño alfiler? Por más rápido que la hago girar no produce un mísero voltio. Y ¿ qué diablos tiene que ver con todo esto la sola y extraña palabra grabada en sus flancos, antinductif, así, en francés?
Agradecería que me aclaraseis un poco. Sí. No me tengáis en cuenta lo de mi parentela.
