solo se que no se nada.

[minibuda]

Despues de estar toda la vida dedicado a estudiar y a aplicar lo que he estudiado, la terrible duda que empezó a surgirme durante los últimos cursos de la carrera parece que se confirma: La ciencia no es mas que una serie de modelos muy bien ajustados con los que podemos predecir con cierta precisión algunos fenomenos que suceden en la naturaleza.

Hoy mismo, me ha surgido la necesidad de calcular una aletas de refrigeración, tema que hace como 20 años que no toco. Al empezar a estudiar me ha aparecido de repente que el coeficiente de transmisión de calor es algo empírico, y que a excepcion de unos pocos casos en gases, no hay teoría para calcularla.

Lo mismo me paso hace algún tiempo, cuando intentando resolver un problema complejo chorros de agua, me pregunté de donde venía la viscosidad y la tensión superficial, cómo se podía calcular en lugar de medir y porqué aparecia la tixotropía.

No digamos nada de la fricción seca y el coeficiente de rozamiento, que o lo mides o no lo tienes.

Y que pasa con la rigidez de los materiales?. Porqué algunos son elasticos y otros plásticos?

Este tipo de dudas me han perseguido a lo largo de mi vida, y ahora estoy muy cerca de concluir que no tenemos ni idea de lo que pasa a nuestro alrededor y que el conjunto de la ciencia no es mas que la ecuación que obtenemos mediante una regresión a una nube de puntos medidos de la realidad, sin saber en realidad lo que está pasando.

En resumen, creo que la ciencia actual es como la bola de cristal de los antiguos magos, solo que tiene muchisima mas precisión.
Y cuando mas aprendo, mas consciente soy de que sigo sin saber nada.

[Sergi]

Hola minibuda...

Bienvenido a mi sensación permanente.

Pero lo peor del caso es que la mayoría de la gente cree ciegamente que ya lo sabemos casi todo, y solo quedan algunos flecos que resolver.

Realmente el mono humano tiene una gran autoestima.

Y que conste que todo esto lo digo con una gran admiración y respeto a todo el trabajo ya realizado.

Un abrazo.

[Anilandro]

Issac Newton dijo que lo que sabemos es una gota de agua, pero que lo que ignoramos es el océano...

Mi sensación es ambivalente. Por una parte opino igual que vosotros, pero por la otra opino lo contrario. Estoy de acuerdo que, comparándolo con el resto de conocimientos que encierra el universo y cuyas fronteras ni podemos intuir, no sabemos nada, que vamos dando palos de ciego esgrimiendo una minúscula fracción de las leyes físicas que rigen la mecánica universal.
Pero también me maravilla el notable conocimiento científico y tecnológico que nuestra especie ha adquirido partiendo de la nada.

El problema, y con ello me refiero al reto que plantea Minibuda, surge principalmente cuando nos adentramos en el reino del caos. Nuestra mente, como la de cualquier animal, sufre de las limitaciones inerentes a su estructura y a los procesos que en ella se desarrollan. Para entender necesitamos simplificar, reducir la cantidad de factores a un número manejable. En los sistemas caóticos el número de variables, así como de sus interacciones puede llegar al infinito, y por su propia naturaleza, resulta muy difícil separar las que son significativas, de aquellas que no lo son tanto para el resultado final.
En los sistemas donde prevalece el componente lineal, esto no ocurre. Pero las turbulencias y azares de cualquier tipo ponen a prueba nuestra capacidad de cálculo. La consecuencia es que muchas veces podemos "medir" el ruido resultante de un fenómeno, pero no podemos cuantificar los complejísimos subfenómenos que están en su origen.

Con todo, la matemática del siglo pasado comenzó a adentrarse en este campo, y no son pocos los resultados obtenidos. Personajes como Julia, Lorentz, Mandelbrot o Feigenbaum nos mostraron la maravillosa complejidad que encierra la naturaleza, y que a veces se origina en procesos muy sencillos repetidos sin parar, estas personas nos revelaron que existe un orden escondido tras el caos. Gracias a sus ideas, fenómenos que antes eran incomprensibles comienzan ahora a desvelarse, los cosmólogos han obtenido una nueva visión de la formación y el equilibrio de las galaxias, a igual que los físicos, que estudian las esquivas propiedades de las partículas elementales. Los biólogos entienden mejor los entresijos de la vida, los complejos patrones de desarrollo de las células o la interacción de los diversos vectores que mueven la ecología. Los sociólogos lo aplican al comportamiento de masas. Un físico español ha desarrollado una revolucionaria teoría fractal sobre el crecimiento de los tumores, y hasta un tratamiento que podría ser una puerta de esperanza para la erradicación del cáncer. Un científico del INTA consiguió que los Arianne no explotaran misteriosamente en el aire al detectar y modificar la turbulencia que creaba sobrepresiones puntuales elevadísimas junto a las paredes de las cámaras de combustión.

Opino que en la ciencia, así como en las demás disciplinas de la vida, el optimismo debe prevalecer. El ninguneo de los logros, así como la perpetua catarsis puede llegar a ser más peligrosa que la complacencia más inconsciente. Pensemos que el propio camino es ya una recompensa. Deberíamos enorgullecernos de la distancia que ya hemos salvado, no angustiarnos por el camino que aún nos queda por recorrer.


Saludos a todos

[Sergi]

Hola a tod@s


Llevo todo el día dándole vueltas en la cabeza a este tema, y me venían continuamente las imágenes de fractales, fractales en la punta de mis uñas, en el chorro de agua que cae del grifo, en la estructura de la madera de la mesa.

Cuando he leído el mensaje de Anilandro (tan lucido como siempre) se me han repetido como un torrente todas esas imágenes mentales. Me parece impresionante que seres humanos hayan podido medir y descifrar los entresijos matemáticos que rigen ese mundo. Lo definimos como caos porque nos es criptico, pero en la naturaleza no creo que exista el caos. Es nuestro el problema de la comprensión de la complejidad, pero la complegidad sige allí, existiendo sin ningún esfuerzo.

Una copa para un humano, en la mayoría de los casos es un utensilio. un objeto con una forma determinada, un concepto abstracto que poco tiene que ver con el inmenso entramado de hadrones y fermiones que componen la estructura cristalina, que interaccionan sin solución de continuidad con en entorno cercano, con todo el planeta... Nos es costoso ver una duna como una inmensa cantidad de fragmentos de roca, o un ser vivo pluricelular como un enorme enjambre de maquinas químicas recomplicadisimas en perfecta simbiosis.

Ha veces pienso en el vuelo de una mosca, la imagino como una maquina complejisima. Intento visualizar la cantidad de músculos que están en juego, en el torax, en las patas de contrapeso, en la correción de la trayectoria, en el ligerisimo cambio de ángulo del ataque de las alas, mientras esquiva mi mano. En como su sistema nervioso reconoce el objeto que tiene delante, mediante una imagen de miles de pixels, mide su velocidad y trayectoria, lo huele con las antenas, lo escucha con los pelos sensitivos, analiza si es un peligro, y modifica los patrones de impulsos que la desplazan en los tres planos dimensionales. todo en tiempo real y a una velocidad vertiginosa. Creo que el humano aún esta muy lejos de poder construir una maquina que se acerque en complejidad y refinamiento a la maquinaria molecular de una mosca.

Intento imaginar las estructuras de los enlaces moleculares de las substancias para explicarme la plasticidad, o la elasticidad, o la fluidez o la rigidez como consecuencia de la fuerza, o el grado de libertad espacial de las uniones, o los niveles de energía de cada electrón, o la vibración térmica.... Es partiendo de estas imágenes mentales que me puedo enfrentar a la comprensión del rompecabezas del universo, tan elegante, tan complejo. Y es entonces también que me doy cuenta de la limitación de mi cerebro, de como necesito agrupar conceptos, simplificar, trazar patrones, abstraer. A veces pienso que me encantaría poder tener una visión de conjunto de todas las uniones electrónicas, de todas las interacciones químicas, de todas las moléculas de la mosca en vuelo. Seguramente me volvería loco si pudiese hacerlo un solo instante, se me cortocircuitaria todo el celebro como cuando conectas una resistencia de 10 ohms 1/4 w a un enchufe, demasiada potencia para tan poca capacidad..

Vivimos en un universo del que apenas hemos empezado a arañar la superficie del conocimiento. pero como bien dice Anilandro son unos arañazos con un enorme mérito, sobre todo para haberlos hecho un mono que hace apenas 20.000 años solo sabia picar piedras y afilar huesos.

Me encanto la lectura de un libro que recomendó el Profesor. Una pequeña historia de casi todo.

un saludo

[Luis Arturo]

Que agradable es ver a personas sabias mostrando humildad, eso no es muy sencillo de encontrar, y me hace admirarlos un poco mas.

[Anilandro]

Los fractales son un mundo que me ha apasionado desde hace años. Recuerdo un artículo del Scientific American, firmado por el irrepetible Martin Gardner, que mostraba algunas imágenes del conjunto de Mandelbrot. Después cayó en mis manos "El Mundo de los Fractales", de Wegner y Tyler, que contenía un CD con 1.800 fascinantes imágenes y el estupendo programa Fractint de DOS, que supongo llegué a gastar de tantas horas como pasé explorando sus entresijos.

Una visión muy interesante es también la del libro "Caos" de James Gleick, que realiza un repaso del trabajo de los matemáticos que comenzaron luchando contra el inmovilismo académico y acabaron dejando boquiabiertos a quienes los acusaban de falta de seriedad.

Lo que más me impresionó fue sin duda la constatación de que tal complejidad suele ser fruto de procesos tremendamente sencillos, como la simple multiplicación de un número complejo puede crear la totalidad del universo de Mandelbrot, que visto a la escala que puede calcular un PC corriente con números de doble precisión, crea un tapiz de tal tamaño, que colocado con el centro en el sol, sus bordes se extenderían hasta casi alcanzar la órbita de Júpiter.

Me impresionó cómo fórmulas que parecen lineales x'=r·x(1-x) y que los estadistas y biólogos utilizan para calcular las poblaciones a partir de la tasa de reproducción, muestran intervalos de caos con períodos de bifurcación bien definidos y que, a igual que otras muchas funciones distintas, acaban convergiendo hacia la cifra mágica de 4,6692016090 (constante de Feigenbaum).

Cómo las funciones itineradas o ifs, a partir de sencillas expresiones trigonométricas pueden generar árboles casi reales o las hojas de un perfecto helecho fractal.

Cómo los atractores extraños de Lorenz muestran el orden oculto en los fenómenos de azar, con similitudes que parecen contra natura, tal como el ruido electrónico de un circuito puede emular la evolución de los precios del algodón.

Creo sinceramente que los fractales nos muestran el funcionamiento interno del Universo, que a cierta escala debe reducirse a su vez a las propiedades básicas de los números. Representan los planos arquitectónicos de la materia en cualquier configuración, desde el micro al macrocosmos, desde la ordenación de los granos de arena en un playa hasta el comportamiento más impredecible de la psicología humana, ya que si la máquina es fractal, forzosamente ha de serlo su funcionamiento.

En fin, chicos... sin saber como tomarme ciertos comentarios, sólo añadiré que a veces me permito la licencia de elucubrar en voz alta, especialmente en sábados por la tarde, en que la tele resulta especialmente difícil de soportar.

Saludos a todos.

[Petersen]

Quizá deberíamos tener presente que el cerebro de Homo sapiens no está hecho para comprender la naturaleza, sino que es un producto evolutivo con ciertas áreas de capacidades que permiten a su poseedor tener unas cuantas herramientas más de supervivencia.

Quizá una de las facultades más sorprendentes de ese cerebro es la capacidad de establecer nexos causales entre los acontecimientos. Hoy llueve y los pájaros estaban ayer agrupados....cuando los pájaros se agrupan, llueve, la próxima vez que los vea traeré el impermeable....

Pero la tasa de información que recibe ese cerebro viene estrechamente limitada en unas cuantas longitudes de onda y unos cuantos receptores quimiosensibles. Nuestra forma de aprehensión de la realidad es más bien parca. De otra manera no hubiese hecho falta inventar el osciloscopio, pero además, toda medición de la realidad exterior debe hacerse por el camino de esas cuantas longitudes de onda que podemos percibir.

Establecer relaciones causales es probablemente el gran motor del progreso tecnológico (único progreso de Homo sapiens, porque el plano de las ideas filosóficas es agua de borrajas) En el calcolítico, algunos se fijaron que si se añadían unas cuantas piedras peculiares (ahora le llamamos casiterita) al cobre, este resultaba más duro. Nació pues el bronce antes de que se supiese que era el bronce y por supuesto su cristalografía.

Pero también es un vicio esa capacidad de respuesta universal, porque tenemos respuesta para todo. Pare usted a cualquier hombre de la calle y pregúntele por que hay tal o cual problema social. Siempre dará una respuesta hasta que se le pregunte por determinado logaritmo neperiano. Al llegar a esa pregunta, única con respuesta sencilla, lógica y real, nos mirará como si estuviésemos locos....
Y es que como dijo Descartes, el sentido común es la cosa mejor repartida del mundo.

Ante tan desarrollada capacidad de dar explicación a todo surge como contramedida el método científico, que pone siempre una cortapisa a nuestra innata y universal tendencia de dar una respuesta, la mayor parte de las veces mendaz y falsa. Aunque quizá útil.....

Pero nuestro cerebro no capta la realidad exterior, sólo una percepción filtrada y sensible de ella, y maneja esta realidad exterior mediante abstracciones.

No tenemos pues posibilidad de tener un conocimiento cierto y veraz de la naturaleza. todo lo más, esas regresiones a una línea despreciando el ruido ambiente. Pero nuestro cerebro ha cumplido bien su cometido de apoyar a la supervivencia de la especie, no otro. Y para unos chicos que hace 15.000 años sacaban lascas de pedernal no está nada mal el resultado. ¿verdad?