TEMAS CTyS (STEM-Talk Menorca...)

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Anilandro
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Re: TEMAS CTyS (Curso Metódico de Arquitectura Naval, 1856)

#51 Mensaje por Anilandro »

DavidFL dijo:
Gran interés tiene, a mi juicio, documentar con textos clásicos, mostrándolos, y leyéndolos, uno entiende más la evolución de las técnicas y teorías, dándose cuenta que la evolución del saber , no es siempre paralela en todos los puntos concurrentes, a saber, ciertas áreas mantienen su validez dos o tres siglos después, otras en cambio no. A pesar de todo, en un texto antiguo se percibe siempre un "sabor " contundente, quizá habrá jóvenes , o no tanto, que crean que esto es accesorio a la ciencia, incluso cosa baladí, no coincido, proveer a los jóvenes de textos antiguos, en un ambiente de estudio y trabajo, favorece el conocimiento integral. La historia transversal o particular, o hasta el tipo de papel o tipografía muestran de dónde venimos, que era, y alertan de qué seremos...NO SUELEN, A MI PESAR, PROSPERAR LOS HILOS AQUÍ DE TEMÁTICA BIBLIOGRÁFICA, Y LO LAMENTO, pues no solo de contenidos formales está escrito un libro, se decía que el tiempo también pinta, y pienso yo, también escribe.
sigue ANI,
AFECTUOSAMENTE,D
Bueno, David, el problema de la iniciación a la ciencia o la técnica es que es prácticamente "visual", y por tanto lo que más atrae son las cosas "visibles" que destacan de la media, como un vestido rojo colgado entre otros más oscuros.

Por este motivo tienen aquí tanto quorun las cosas que causan chispas o explosiones, o aquellas que implican un cierto riesgo, como la alta tensión o la radiactividad. Los libros ya no atraen tanto, porque exigen tomarte las cosas con calma y realizar un cierto esfuerzo de lectura y comprensión, y si no, basta ver cuantos se ponen a hablar de física con la evidencia de no haber abierto un libro de esta materia en su vida.

En fin... ciertos trabajos se hacen para uno mismo, por creer que son importantes y para disfrutar con ellos. Quien como a nosotros le guste el mar y la marina clásica, apreciará esta obra, y el que no, que siga con lo suyo... que de todo ha de haber en la viña del señor.
Un saludo
Josee dijo:
No penséis así lo que pasa que posiblemente construir un barco no es justamente lo que la gente le interesa yo me lo he descargado por que quien sabe si en un futuro tendré que hacer un arca de josee ,pero por ahora no es mi debilidad la mar ni los barcos ,eso si la bovina tesla tampoco me interesa pero eso va en gusto y colores,los evangelios posiblemente sean mas antiguos,pero yo no digo que haya que leerlos por que eso va en la necesidad espiritual,yo también pienso algunas veces por que la gente se preocupa de su jubilación y no se preocupa que habrá detrás de la muerte,pero por algo tiene que ser,obligar a que todo el mundo vea las cosas como yo las veo seria un error por mi parte,sin embargo nuestro buen compañero y voluntarioso Asegade ha dejado libros antiguos de electrónica que si me he leído ya alguno por que hoy me interesa ese tema, pero son bonitos los libros antiguos se siente un poco el olor de nuestras raíces científicas en sus paginas aunque sean pdf, pienso que has hecho bien en ponerlo.Un abrazo y gracias
Rafa dijo:
Hola.
Ani , David, algunos no nos sentimos atraidos por estos temas y jamas leeremos este libro, pero hay cosas que sabemos apreciar, como el hecho de molestarse en colgarlo aqui...que es lo que de verdad importa, el que no sepa apreciarlo...
Hola Josee
Sólo era un comentario en referencia al de David sobre la poca atracción que ejerce la bibliografía, incidiendo en esa equivocada sensación de "quemar etapas" que parece afectar a la modernidad, como se cambia de móvil porque su color ha pasado de moda, como si cualquier cosa con algo de vida sobre sus espaldas ya debiera descartarse para estar siempre sobre la cresta de la última ola. Porque el peligro de tal actitud es precisamente lo que está ocurriendo, que las cosas pasen sin que la gente adquiera de ellas más que un conocimiento superficial.

Y con este libro tampoco se trata de querer construir una fragata de 50 metros de eslora y ochocientas toneladas de desplazamiento, sino de entender la técnica y la magnitud de la tarea de perfección e ingenio llevada a cabo por los constructores de aquella época. De la misma manera que a un aficionado a la aviación pueda interesarle el diseño del planeador de Da Vinci, pese a que sólo fuera un artefacto para tirarse de una torre y romperse los huesos, sin comparación posible con las características de un F-18.

Por otra parte, el amor por el mar y los barcos es algo que se lleva o no se lleva en la sangre (yo vivo en una isla, y eso suele ser determinante), y es lógico que al habitante medio de la meseta o de la gran ciudad le importe un pimiento el tema más allá de los tópicos y anécdotas.

De todas formas, sigo convencido que nadie adquiere un buen conocimiento de un tema actual si no se preocupa antes de conocer sus antecedentes. Después tenemos a gente que quiere que le expliquen como conectar un LED a una pila porque resulta que la Ley de Ohm estaba escrita en un aburrido libro sin dibujitos, o pretenden construir una bobina de Tesla sin saber que demonios es la resonancia de un circuito tanque, o se ponen a hablar de las teorías de Hawking sin antes haberse leído dos líneas de Cosmología.

Esos suelen ser los que también dicen que en los últimos siglos no hemos avanzado nada... cuando en realidad, deberían decir que son ellos, quienes desde que nacieron no han avanzado nada...

Saludos

PD: Gracias Rafa. Pese a reiterar que algunas cosas se hacen por satisfacción personal, siempre es agradable que se reconozca el trabajo.
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Re: TEMAS CTyS (Manual de Recorrida -aparejo de buques, 1856

#52 Mensaje por Anilandro »

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Re: TEMAS CTyS (Libros, buques y submarinos...)

#53 Mensaje por Anilandro »

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- Libros, buques y submarinos... -

"20.000 leguas de viaje submarino", de Julio Verne.

Recuerdo que a los siete u ocho años comencé a leer. No aprendí a esta edad, naturalmente, pero desde los cuatro sólo leía los comics de principios de los 60, que nosotros llamábamos "tebeos", sin duda por extensión del más famoso y extendido de todos ellos, el omnipresente TBO, y también las aventuras del heroico caballero medieval llamado El capitán Trueno, y del Jabato, un íbero de larga cabellera que junto a tres compañeros mantenía en jaque a los romanos, e incluso las andanzas del Cosaco Verde, un personaje que parecía extraído de Tolstói, que a pesar de viajar en trenes de vapor aún combatía las hordas herederas de Genquis Kan. ...Sin embargo, un día cualquiera, al regresar del colegio descubrí la pequeña biblioteca de mi padre, una estantería de metro y medio de alta por apenas uno de ancha que junto a una perdiz disecada y una pequeña caja de puros siempre vacía contenía lo que hasta entonces había sido para mí una cincuentena de lomos anónimos de todos los tamaños y colores. La temática era muy variada, recuerdo algunos clásicos de la literatura española, como el Quijote o el Lazarillo de Tormes, unas fábulas de Esopo, una narración en prosa de la Guerra de Troya, un manual de redacción de cartas impreso en cursiva, una historia de Menorca de un tal Benejam de 1876, un tratado de medicina de letra muy pequeña y sin ilustraciones, una Biblia de letra aún más pequeña, una veintena de ejemplares de las selecciones Readers Digest, un par de libros de texto de tiempos de la República, las "Maravillas de la Ciencia" de Vidal Españó, las tapas azules del "Tratado de baños de sol", con cuidados y complejos dibujos de cómo tomarlos sin peligro, un curioso tomo titulado "Pequeñas industrias lucrativas", que te enseñaba a fabricar ciertos productos químicos (aspirina incluida) de posible uso comercial, y un libro de tapas marrones con adornos dorados que contenía las obras completas de Julio Verne.

Pocas cosas puedo decir de este genial escritor que no se hayan dicho anteriormente, tal vez añadir mis propias sensaciones a los mundos que entonces descubrí en sus páginas, la huida apasionante en globo con final en una isla de animales extraños y un volcán falsamente dormido que escondía un misterio aún mayor, el salvaje paisaje de un faro en los confines del mundo por donde aún navegaban sanguinarios piratas, el descenso al centro de la tierra a través de un volcán islandés, el insólito salto hacia la Luna en una gran bala de cañón y naturalmente el viaje al fondo del mar en el fantástico Nautilus del capitán Nemo.

Edición francesa de "Veinte mil leguas de viaje submarino", con algunas de las ilustraciones que contenía

Imagen


De todas las novelas del escritor francés, ésta última fue sin duda la que más me impactó, tal vez porque en mi niñez, pese a conocer muy bien la superficie del mar de mi isla, las profundidades oscuras e insondables seguían siendo un mundo desconocido e inquietante, lleno de criaturas fantásticas. En la novela, aparte de las excelentes descripciones del Nautilus y sus dispositivos, destacan las marcadas posturas de los personajes, fácilmente reconocibles como arquetipos sociales; el visionario y taciturno Nemo cuyos sentimientos de venganza por un pasado desdichado se esconde en su intención más abierta de eliminar las guerras y la esclavitud, el científico Pierre Aronnax, que utiliza ante todo el conocimiento racionalista para establecer sus juicios y sus actos, la sumisión y fidelidad en el criado Conseil, no exento de la inteligencia práctica que le ayuda a sobrevivir en cualquier circunstancia, o el espíritu primitivo y rebelde ante cualquier autoridad del arponero Ned Land.

Después de la primera lectura pasaron muchos años en que mis reencuentros con el Nautilus y sus tripulantes sólo tuvieron lugar a través del cine, especialmente en las sucesivas reposiciones de la película de Fleischer de 1954, el mismo año en que nací, protagonizada entre otros por el carismático James Mason como capitán Nemo, y por el actor Kirk Douglas cuyos gestos, palabras y facciones encajan a la perfección en la dureza del arponero Land, pero hace poco volví a abrir las páginas de esta novela para leerla como si fuera la primera vez, y volví a disfrutar como entonces, descubriendo detalles que tenía olvidados, como que tras la alarma despertada por los misteriosos ataques a buques en todos los mares del mundo, la búsqueda de los protagonistas se efectúa en la fragata de guerra estadounidense Abraham Lincoln, al mando del almirante Farragut, cuyo padre, Jorge Farragut, curiosamente, fue un capitán mercante menorquín nacido en Ciutadella, una población a media hora en coche de mi casa.

El buque de ficción "Abraham Lincoln", comandado por el real almirante Farragut, que el escritor Verne implica en la búsqueda del extraño monstruo marino, que resulta ser el Nautilus

Imagen


Las explicaciones de Nemo a Aronnax son largas y minuciosas, sirviendo como excusa narrativa para que el escritor Verne muestre su fascinación por nuevos inventos, como el propio submarino, que ya se estaba investigando en Europa y América, por los usos de la electricidad, por las escafandras de respiración, así como elementos más visionarios como fusiles de balas eléctricas o sistemas para conseguir aire respirable. En el Nautilus se visitan mares exóticos como la Polinesia o el Extremo Oriente, o el Mediterráneo, por entonces foco de una nueva atención, sin olvidar las míticas ruinas sumergidas de la Atlántida. Todo ello se alterna con las justificaciones de Nemo para su cruzada y el enroque de posiciones del resto de personajes, especialmente del arponero Ned Land, cuya obsesión por escapar de la cárcel dorada que representa el submarino, no tiene las limitaciones del interés científico de Aronnax.

Cartel de la excelente película de Richard Fleischer, de 1954, y una maqueta del Nautilus que en ella aparece, algo más evolucionado estéticamente que el original

Imagen


La obra fue publicada en dos partes entre 1869 y 1870, dándose la curiosa circunstancia que la segunda parte apareció antes traducida en España, que en la propia Francia. El estilo narrativo es llano, efectuado en primera persona por el personaje de Aronnax. Naturalmente, debido a su intencionalidad, no es una obra que destaque bajo el punto de vista literario, pero sí es de fácil lectura y creo que un buen ejercicio para la imaginación, tanto para niños como para adultos.

Un saludo a todos
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Re: TEMAS CTyS (Libros, buques y submarinos...)

#54 Mensaje por Anilandro »

Añado el comentario de otro libro sobre la temática de los submarinos, aunque éste está bastante alejado de la ficción de Verne. Se trata de "Submarino", de Lothar-Günther Buchheim.

Cualquiera que haya visto la película "Das Boot" (El Submarino), del director alemán Wolfgang Petersen, recordará la maestría y el realismo en la narración de la vida en un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial, relato sin duda muy alejado de las típicas películas bélicas con una tripulación de héroes casi sobrehumanos a que nos tenían acostumbrados otros films de semejante temática, especialmente americanos.

Imagen

En las más de tres horas que dura la película podemos sentir la caustrofobia y el miedo de individuos totalmente humanos en un ambiente de peligro constante, la estrechez de los compartimentos, las oscuridad, el ruido ensordecedor de los diésels, el aire húmedo y viciado, casi irrespirable, los extremos de frío y de calor, la tortura de la navegación en medio de los temporales atlánticos, las complejas relaciones y conflictos entre las casi cincuenta personas hacinadas en tan poco espacio, y naturalmente, los contradictorios sentimientos de venganza y remordimientos durante el ataque con torpedos a los buques mercantes aliados, que casi siempre acababan convirtiéndose en un aterrador pánico en las profundidades huyendo de las cargas de los destructores de escolta.

Naturalmente, la cita a esta película es porque está basada bastante fielmente en la novela homónima de Lothar-Günther Buchheim, que a los 23 años, siendo teniente de la oficina de propaganda de la Kriegsmarine, fue asignado al submarino U-96 para realizar un reportaje fotográfico de la vida de a bordo. Buchheim tomó más de 5.000 fotografías y en 1973 publicó la excelente novela "Das Boote", de la que se vendieron más de tres millones de ejemplares.

A igual que la película, la novela es larga y mezcla la realidad de las experiencias personales de Buchheim con acciones e incidentes reportados por otros marinos de la misma arma. En algunos momentos de la lectura, en las descripciones de los largos días de navegación buscando convoyes en la inmensidad del Atlántico o en los constantes apuntes sobre las relaciones entre tripulantes, podemos sufrir la tentación de saltarnos media página y pasar a la siguiente en busca de la acción sin pausa a que nos tienen acostumbrados otros relatos semejantes, pero el no hacerlo tendrá su recompensa en hacernos olvidar el entorno de nuestra sala de estar y a igual que otras buenas historias convertirnos en uno más de aquellos infortunados marinos enclaustrados entre estrechas paredes metálicas del U-96, en medio de una guerra sin cuartel que lejos de la euforia de los comienzos les estaba volviendo rápidamente la espalda.

Mi valoración para esta novela de lectura totalmente recomendable es de un 8 en el fondo y un 7 en la forma.

Saludos
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#55 Mensaje por Anilandro »

BARACUS dijo:
Anilandro escribió: Normalmente leo siempre al acostarme, antes de que Morfeo me reclame a sus dominios...
Tengo esa costumbre también, es muy relajante y aleja el cerebro de todos los avatares del día una buena lectura hasta entrar en el sopor del sueño, cuando veo que ya me pierdo de renglón, apago la luz y me quedo inmediatamente dormido, algo que la TV no logra...

Acabo de bajarlo para el e-reader... :oops: , pinta muy interesante, leí libros y vi varias películas de este tema, me gusta mucho, cuando termine con la novela que ahora estoy leyendo continuo con el, comentare...
Estoy de acuerdo con el efecto relajante de la lectura antes de dormir, BARACUS. Yo suelo poner la luz bajita, o la bajo igualmente en la tablet si es en libro electrónico, me coloco en posición cómoda con mi mujer acurrucada a mi espalda y leo hasta que noto que debo repetir las mismas líneas tres o cuatro veces. Luego, lo siguiente que normalmente noto es una suave mano indicándome que son las siete y cuarto y debo levantarme para ir a trabajar... En fin, es lo que tiene la vida, y por lo que debemos sentirnos afortunados...

Sobre el libro Das Boot, en efecto puede encontrarse con facilidad en Internet, naturalmente en castellano. Tengo además un par más de libros físicos sobre este tema, como "Así fue la guerra submarina" de Harald Busch, uno de los pocos marinos alemanes, porcentualmente hablando, que salieron vivos de la contienda (de los 39.000, murieron 32.000 en 785 submarinos hundidos de los 830 o 840 que llegaron a entrar en servicio). También hay comentarios muy interesantes en las memorias de Karl Doneitz ("Diez años y un día"), así como en varios libros de Luis de la Sierra.

Saludos
Cacho dijo:
¡VICIOSOS!!!
:lol: :lol: :lol:
Luis Sosa dijo:
Buen día Anilandro y demás:
Con agrado sigo siempre las conversaciones del foro, aunque no participe activamente, y este tema de lectura que has tocado me llega mucho ya que en mi infancia por suerte no había internet ni TV las 24 horas del día, por lo que la lectura era el pasatiempo sano y obligado.
Y las obras de Verne por suerte también estuvieron presentes en mi hogar, 20.000 leguas incluída, que fascinaban la mente de cualquier niño, y el efecto se vió multiplicado al llegar al cine de mi ciudad la versión de W. Disney que por supuesto fuí a ver y la ilustración que presentas hoy adorna la caja de un DVD que un amigo me regaló con copia impecable de esta peli de Disney.
La he visto muchas veces y aún me fascina y continúa siendo atractiva; es creo la versión que más "pegó" de esta obra, ya que hay alguna otra icluso en dibujos animados, pero no tienen el ingrediente que la hizo especial de los estudios Disney.

Del Nautilus sé que en EE.UU. hay maquetas y modelos RC como el visto en la película mencionada y tal vez los conoces; son una maravilla lástima que a estas tierras no llegan.
Bueno stimado Anilandro, disculpa la intromisión y recibe mi cordial saludo desde Uruguay.
Luis.
Leo946 dijo:
Lo mas parecido a viajar en el Nautilus era subirse al Rolon Plata...
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Re: TEMAS CTyS (Libros, buques y submarinos...)

#56 Mensaje por Anilandro »

Cacho... ¿Viciosos? :) ...pues no te digo que no. Ya sé que el gusto por los libros no es popular en la época del "todo multimedia", del chute rápido de ideas y noticias que nos brindan en la tele y en el móvil, pese a que la experiencia siempre nos haya demostrado que la cantidad suele ser el mejor enterrador de la calidad. La cultura actual, tenga el color político-social que tenga, está hecha de titulares, cuanto más llamativos mejor, como los lineales de un supermercado donde los escaparatistas saben muy bien que la vista es más rápida que el gusto. Tal vez de esta forma se nos tranquiliza, rellena la inquietud, aunque luego todo lo obtenido sea un conjunto de banalidades y dogmatismos vacíos de contenido y de razón...

A finales de los 90 y principios de los 2.000 me daba de vez en cuando por publicar artículos de opinión en el periódico regional, que si bien era tachado de tener una dirección de derechas, la mayoría de los artículos y autores eran en realidad nacionalistas de izquierdas, con lo cual me gané una cierta fama en los dos bandos de "no ser de los suyos", y entonces aprendí que es complicado vivir sin sombra que te cobije, porque recibes el sol (y los palos) sea cual sea su origen y destino. Sin embargo resulta que soy más cabezota de lo que normalmente se atribuye a los Géminis, y pasada la frontera de los 60 ya no voy a cambiar, ...así que, viciosos sí, pero con orgullo... :D

Uno de los artículos de entonces se llamaba "Información - Sobreinformación - Desinformación" y si te interesa leerlo puedes encontrarlo en: http://sites.google.com/site/anilandro/ ... -inform-01

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Re: TEMAS CTyS (Libros, buques y submarinos...)

#57 Mensaje por Anilandro »

Anilandro:
Hola Luis Sosa La película de 1954 que estás comentado, que en efecto fue producida por Wald Disney, la vi de nuevo hace poco en unos de esos canales de relleno de la tele, y fue precisamente lo que me empujó a abrir otra vez las tapas del libro de Verne y realizar luego el comentario. Un compañero del foro, Davidfl, realizó hace un tiempo una preciosa maqueta del Nautilus que tuve la satisfacción de ver en su casa. Creo que la tenía colgada en su web, junto a una mesa que también estaba inspirada en la mesa del salón del Nautilus, aunque ahora no las he encontrado. La foto es la que hice con ocasión de la visita.

Imagen

De maquetas navegables de radiocontrol de este submarino, yo no he visto, pero seguro que las hay. Lo más cercano que vi fue una maqueta de 1,8 metros de un U-Boot que se compró un amigo. El submarino costó una fortuna, unos 2.000 € de hace 30 años, y pese a estar muy bien hecho exteriormente, tenía tantos errores de diseño de los mecanismos internos que tuvimos que cambiar todo el sistema de bombas y tanques de flotación y de equilibrado, para que pudiera navegar y sumergirse decentemente. El problema era además que en agua salada, por su alta conductividad que apantalla las ondas de radio, apenas permitía mantener el control del sumergible hasta metro y medio de profundidad, e incluso así, más de una vez tuvimos que ponernos los bañadores para rescatarlo del fondo... :)

Saludos
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#58 Mensaje por Anilandro »

Hola leo946, el Rolón Plata creo haberlo visto hace años en nuestro puerto. Era uno de estos buques de forma extraña dedicados a carga mixta de vehículos y pasajeros, y tenía fama de ser muy bailón, decían que incluso con buen tiempo se mareaba hasta el badajo de la campana ... :)

Pero para viaje en que tuvimos la sensación de ir en un submarino, uno que realicé con mi padre de cuando yo debía tener nueve o diez años, viniendo de Barcelona para Mahón en el Ciudad de Palma, nos cogió un temporal tan fuerte que el buque tuvo que ponerse a capear durante más de un día, el agua caía a torrentes sobre las cubiertas y una buena parte se colaba hasta los camarotes de tercera, en donde llegó a haber casi un palmo en ciertas zonas. A través de los ojos de buey muchas veces veíamos "dentro" del mar, como el capitán Nemo en el grabado del libro, con la espuma rompiendo con furia hacia arriba, y hacia abajo ese azul oscuro cuya quietud inquieta bastante...

El buque de la Trans, Ciudad de Palma (1930-1968), en el que mi padre y yo vivimos una pequeña aventura

Imagen

...Mientras duró el mal tiempo estaba prohibido salir a cubierta, y en el comedor apenas había nada para comer, aunque muy pocos estaban para poder retener algo en el estómago. De los tremendos bandazos que daba hubo dos barcas salvavidas que se soltaron de los pescantes y comenzaron a golpear el casco hasta hacerse trizas... Al final, entramos en Palma de Mallorca y no en Mahón, porque la estrechez de la boca del puerto y el viento de costado impidió en dos ocasiones que la proa pudiera enfilarla. En total estuvimos algo más de 36 horas desde la partida de Barcelona, cuando en trayecto normal era de 11 ó 12.

Al día siguiente, una vez se efectuaron las reparaciones oportunas, volvimos a salir esta vez para nuestro puerto, aunque más de la mitad del pasaje había optado por desembarcar en Mallorca y tomar el avión.

Un saludo
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Re: TEMAS CTyS (Libros, buques y submarinos...)

#59 Mensaje por Anilandro »

Cacho dijo:
En alguna ocasión he estado tomando unas cañas en el bar y leyendo el periódico,mientras todos seguían como locos el partido de fútbol y ha llegado alguien y me ha dicho "joder que vicio tienes con la lectura..." :D

A todo esto, ya que por La Mancha no tengo ocasión de ver muchos submarinos,¿ Podrias explicarnos como funcionan los torpedos, van dirigidos de algún modo o se sueltan y ya?
¿Y las cargas de profundidad, es necesario que el barco esté encima o tienen cierto alcance?
Pues el torpedo básico tenía un giróscopo que mantenía la dirección y un profundímetro que le regulaba la profundidad, y el sistema intentaba mantener ambos parámetros actuando sobre las aletas de popa hasta que se acababa la impulsión del motor y el torpedo, que era ligeramente más pesado que el agua que desplazaba, se hundía hacia el fondo. En la II GM, además, aparecieron los torpedos que tras navegar una cierta distancia en línea recta en la dirección especificada, luego iniciaban una exploración en forma de "rejilla" navegando primeramente otra distancia en ángulo recto, realizando un giro de 180° y otra distancia igual en sentido contrario. Esta secuencia de inversiones de 180° se repetía cinco o seis veces hasta que se agotaba el motor. La idea era que si no le daban al buque objetivo, en los convoyes muy apretados pudieran acertar a cualquier otro. De igual forma servía para el ataque por popa contra barcos lentos, porque si fallaba la estrechez del blanco en estas condiciones, luego en una de las pasadas de la "rejilla" podía acertarle de costado. Y también apareció el torpedo "acústico", que tras ir una cierta distancia en el rumbo recto especificado, luego se reorientaba buscando el sonido de las hélices de los buques. Contra este tipo de torpedo, los ingleses equipaban a los destructores de escolta con una especie de chicharra acústica submarina que confundía el sistema de guía.

Para establecer los parámetros del rumbo recto de ataque se utilizaba un calculador electromecánico que operado con los datos obtenidos a través del periscopio tenía en cuenta la velocidad, rumbo y distancia del buque, así como la velocidad y rumbo del propio submarino. En cuanto a la profundidad, dependía del tipo de buque atacado, buscando infringir el máximo daño, del tipo de torpedo y de la hora de ataque (por el problema de la visibilidad de la estela), y también de la profundidad real del mar en aquel punto, ya que a veces el torpedo solía oscilar bastante antes de estabilizarse en la profundidad especificada, y en sitios poco profundos podía incluso clavarse contra el fondo.

Los torpedos se lanzaban normalmente desde la profundidad de periscopio, porque la precisión de los ajustes de puntería tenían mucha mejor resolución, pero también podían lanzarse a ciegas hasta los 40 metros de profundidad, apuntando mediante los sensores acústicos pasivos del submarino (hidrófonos), o bien si eran torpedos de guía acústica, intentando imaginar la demora del buque y confiando que el propio torpedo se orientara luego por su cuenta.

Calculador electromecánico de disparo de torpedos de un U-Boot

Imagen


El sistema de pasar estos parámetros al sistema se regulación del torpedo era mediante unos acoplos giratorios mientras se encontraba en el interior del tubo lanzador, el cual era inundado previamente al disparo y se abría las compuertas exteriores. En el momento del disparo, arrancaba el motor del torpedo y desde el submarino se inyectaba aire comprimido al interior del tubo para expulsarlo al exterior y que comenzase a navegar por su cuenta.

La propulsión era de dos tipos. La eléctrica, que no dejaba rastro de burbujas y por tanto era invisible desde la superficie, aunque lenta y por tanto de menos precisión, y la de aire comprimido, mucho más rápida, pero que se delataba por la estela. Por otra parte los torpedos estaban siempre equipados con dos hélices contrarrotatorias montadas sobre ejes coaxiales, de esta manera se eliminaba el par de giro inevitable en una hélice única y el torpedo se mantenía en línea recta. Además, cada torpedo había pasado antes un proceso de ajuste tras su fabricación, con lanzamientos de prueba en que le habían corregido al máximo las desviaciones que pudiera presentar.

Torpedo americano Mark 14 de la II GM, con motor de aire comprimido y un alcance operativo de 4,1 kilómetros a la velocidad de 46 nudos

Imagen


En el apartado de las espoletas, estaba la tradicional de contacto o percusión, y la magnética, que explotaba al pasar por debajo del buque, infringiendo un daño mayor, o cerca de la proa o la popa, aunque estas espoletas eran muy inseguras y muchas veces provocaban la explosión prematura o bien no detectaban el casco del buque y el torpedo pasaba de largo.

Y en cuanto a las cargas de profundidad, explotaban por una espoleta con un sensor ajustable de profundidad, o de tiempo tras su lanzamiento, y su radio de acción era variable según la cantidad de explosivo que contuviera y la profundidad la que se realizara la detonación. A más profundidad la onda de presión que provocaban era más efectiva, y a ello se sumaba el hecho que el propio casco del submarino disponía de menos margen de resistencia.

Ataque de un buque de superficie con cargas de profundidad, mientras en el aire un hidroavión vigila la situación del submarino

Imagen


Las cargas eran lanzadas de una en una o de dos en dos mediante morteros cuando el destructor pasaba sobre el submarino, intentando seguir su rumbo mediante sus propios hidrófonos o el sonar activo (ASDIC), y con un cierto tiempo de adelanto dependiendo de la profundidad a que estuvieran reguladas.

Carga de profundidad convencional lanzada desde la popa por un mortero

Imagen


Los ingleses utilizaron además un dispositivo llamado "Erizo" que lanzaba simultáneamente un cierto número de cargas en abanico a ambos lados del buque, que aún siendo más pequeñas en tamaño que las normales, eran muy peligrosas para los U-Boot.

Dispositivo "Erizo" de pequeñas cargas que eran lanzadas en abanico para mejorar la posibilidad de hacer blanco

Imagen

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#60 Mensaje por Anilandro »

Baldo dijo:
Farenhait 400 no sé que, una novela en hipotético futuro en el que estaba prohibido leer, y los bomberos se dedicaban a quemar bibliotecas clandestinas. Yo no solo seria feliz en un mundo así, sería bombero.
Una pequeña demostración de lo que me gusta leer.

Siempre crei, tenía pruebas, de que los torpedos eran de motor de combustion interna, claro ésta necesita aire comprimido como los buceadores.

Segun parece, a mayor profundidad, la dinamita hace cosquillas, no vale para demoliciones. Entiendo que entre otras bajaban para aprovechar ese efecto, aunque también es cierto que queda menos margen de aguante.
En efecto, decir que el motor de algunos tipos de torpedos era de aire comprimido es una simplificación, porque en realidad la mayoría de los de este tipo eran de vapor, que era creado por la combustión de un combustible (los alemanes utilizaban Dekalin (decahydronaftalina), y aire comprimido, que a su vez calentaba agua al punto de ebullición, y el vapor resultante hacía andar una turbina o un conjunto de émbolos. Con este sistema se conseguían potencias de hasta 300 CV, cuando los motores eléctricos no llegaban ni a 100. De hecho, los japoneses, con un motor que el oxidante era oxígeno a presión, consiguieron hasta los 500 CV. Estos torpedos tenían también mucha más autonomía que los eléctricos.

Sobre los explosivos en inmersión, es cierto que pierden efectividad para demoliciones, pero sólo si los materiales a demoler están sometidos interiormente a la presión local, porque en el caso de un submarino, cuyo interior se encuentra a la presión atmosférica, la sobrepresión causada por la onda de choque del explosivo, se suma a la presión del punto, con lo cual, a más profundidad, son más efectivos. Otro ejemplo fueron las bombas de rebote que idearon los aliados para romper los diques de los embalses de Alemania, que hasta entonces habían aguantado sin problemas los ataques convencionales. Estas bombas en forma de esfera o de barril, eran lanzadas por un bombardero a pocos metros de altura sobre el agua del embalse, e iban rebotando en la superficie hasta llegar casi sin impulso junto a la pared, luego se hundían y explotaban a cierta profundidad, creando una sobrepresión local tan alta que reventaba el dique hacia el exterior.

Los submarinos buscaban las mayores profundidades por varios motivos, porque si encontraban capas de inversión térmica y se situaban debajo, les hacía difíciles de detectar o incluso totalmente invisibles a las señales del sonar, ya que las ondas de sonido sufrían una refracción que llegaba a actuar como un espejo. En lugares de poca sonda, además, al acercarse al fondo y aún posarse sobre él también era un buen camuflaje porque la señal rebotada se confundía con el resto. Otro motivo de buscar profundidades era porque al estar más lejos del buque perseguidor podían maniobrar apartándose de su ruta en el tiempo en que las cargas caían al mar (lo cual ellos escuchaban a través del hidrófono pasivo) hasta que llegaban a la profundidad del submarino.

Y sobre los libros, pues debe ser un asunto de preferencias, pero opino que sin libros, sin escritura reunida de alguna forma en compendios, no habría historia, y sin historia no estaríamos mucho más allá de los bosquimanos o de alguna de esas tribus a punto de la extinción que se descubren de cada vez más escasamente en el Amazonas o las selvas filipinas.
Naturalmente, en la era de la información digital han dejado de ser imprescindibles en su versión física, pero me resulta inconcebible pensar que hubiéramos llegado, no a este punto, sino a las primeras culturas que han sido el germen de la nuestra, sin la existencia de los propios libros.

Para mí han sido y son importantes, con ellos descubrí muchos hechos, lugares y personas de las que de otra forma seguiría ignorando su existencia, me han acompañado en diversas épocas de mi vida, en casa y en el mar, me han hecho pasar muy buenos ratos a media tarde en la tranquilidad del sofá, me hicieron descubrir a Mozart como perfecta banda sonora de sus líneas. Realmente no sé qué decir, cómo expresar mi agradecimiento a estos conjuntos de hojas que sólo piden de vez en cuando que les retires el polvo que poco a poco se acumula sobre ellos. A algunos hasta les tengo cariño, por quien me los regalaba o por lo que significaron la primera vez que los leí, a otros ni me los miro (tengo uno sobre misterios de las catedrales de un iluminado llamado Fulcanelli, que he de confesar que tras una lectura multiinterrumpida por hartazgo, solo he tomado un par de veces para utilizarlo como diana de una ballesta) ...pero en general me gusta su presencia en mi casa, me gusta su tacto, observar el interés fijado en el desgaste de sus hojas y sus tapas, sentir su peso y hasta su olor, esa pátina que adquieren con los años y que nunca tendrán los miles de libros digitales que pueden conseguirse con un intrascendente click de ratón... (y que de igual forma pueden volatilizarse cuando la pantalla nos informa que nuestro disco duro ha dejado de existir)

Saludos
La VIDA sólo es energía que ha aprendido a defenderse... (Anilandro)

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